domingo, 13 de junio de 2010

La trilogía : Mortiolo, Gavia y Stelvio

Con el crack, antes de partir


Mortirolo 1ªparte




Gavia


Stelvio





Mortirolo 2ª parte


Ya hace unos días que volvimos de Italia, pero hasta hoy no he podido sentarme a escribir un rato sobre nuestros días por ese bonito país. Unos días que nos han servido para desconectar de la rutina diaría , y para vivir unos ratos que tardaremos tiempo en olvidar. La intención era clara, ir a ver el Giro de Italia, aprovechar a subir 3 puertos que llevaban tiempo rondando mi cabeza, y sobretodo descansar y disfrutar. Pero, vayamos por partes……

El jueves 27 de mayo por la tarde mi hermano y yo nos dispusimos a volar hasta Milán. La huelga de controladores franceses hizo que nuestro vuelo se retrasase unas horas, pero nada importante. En el aeropuerto coincidí con el gran Marcel Zamora y su padre, con los cuales estuve charlando un buen rato, y aprendiendo mil cosas sobre triatlón. El tio es un crack tanto como deportista como persona. y también se intereso en mi y en mis historias. Marcel comentó que se encuentra mejor que nunca, y que en NIZA espera volar. Un rato bien majo el que pasé junto a los Zamora, incluso me invitarón a tortitas de chocolate, el secreto del campeón.


Llegamos de noche al aeropuerto de Milán , pero con tiempo suficiente como para recoger el coche con el que nos íbamos a mover todos los días, todos los trastos que nos habíamos llevado e ir a un hotel junto al aeropuerto a dormir unas horas . Las bicis y el material llegaron en perfectas condiciones, y eso ya es empezar muy bien el viaje.


El viernes 28 era el día Mortirolo. Unas 3 horitas de coche nos separaban de la zona donde nos íbamos a mover estos días. Una zona donde en pocos kms a la redonda están unidos casi de la mano: Mortirolo, Gavia y Stelvio. Llegamos a Edolo, montamos las bicis, y nos pusimos en marcha, con la idea de hacer primero Mortirolo por el lado fácil, para luego hacerlo por el difícil y ver el Giro por esa vertiente más complicada. Empezamos a pedalear, y enseguida nos dimos cuenta de lo que iba a ser aquello: unos paisajes espectaculares y unos desniveles bastante curiosos.

Mortirolo por el lado fácil, no deja de ser un puerto duro, pero con unos desniveles inferiores a los de la otra vertiente. El ambiente que había era muy chulo, ya que éramos muchos los que nos acercábamos a ver el Giro a bordo de nuestras bicis. Realmente parecía una marcha cicloturista. En un momento de la subida recibimos un buen repaso. 4 ciclistas italianos nos adelantaron a una velocidad asombrosa. Los pude seguir unos metros, mi hermano ni lo intentó, pero vi que aquel ritmo no era para mi. Vaya palazo que nos metieron !!


Coronamos Mortirolo y nos dispusimos a bajar por el lado duro del Mortirolo, para luego volverlo a subir. Una subida mítica y donde el pirata Marco Pantani en el 94 hizo una verdadera exhibición. La lluvia empezó a arreciar cuando empezamos a bajar, y si es difícil subir Mortirolo, bajarlo con lluvia y con ese desnivel es también bastante complicado. Parecía una pista de patinaje.


Mi hermanillo resbaló en una curva y se pegó una buena rascada en todo el lateral de su cuerpo, especialmente en el trasero. Y eso que bajábamos muy despacio. Por suerte solo fue chapa y pintura, y no le impidió seguir disfrutando del viaje, aunque sus dolores paso. Lo curioso es que con la niebla y la lluvia, yo lo vi entrar en la curva, y cuando yo estaba trazando la curva, veo su bici en medio de la calzada y en un principio no estaba el brother por ahí. Empecé a chillar Bichu, Bichu !! y finalmente apareció en la cuneta, ya fuera de la calzada. Fue una situación surrealista. Había resbalado con la lluvia hasta la cuneta, y la bici se había quedado en medio de la carretera. Vaya susto que nos pegamos los 2.


Después de la caída se nos quitaron las ganas de seguir bajando, y nos quedamos en la curva Pantani a ver como subían los ciclistas. Estábamos a 4kms de la cima, y podía ser un buen sitio para ver a los ciclistas pasar. Que mejor sitio para ver el Giro en el Mortirolo que en la curva del Pirata.


El ambiente en el Mortirolo era brutal, muchos aficionados deseosos de ver como subían los pros, gente de mucho países y bicis por todos los lados. El aficionado italiano por norma general es muy entendido sobre ciclismo, y un verdadero sibarita. Suelen llevar buen material, bicis por norma general italianas y van equipados a la perfección. El estilo italiano se nota, y no solo en la forma de vestir por la calle, sino también vestidos de ciclistas.


Los primeros ciclistas subieron a un ritmo endiablado. Basso, Nibali y Scarponi los primeros. Detrás un rosario de corredores, incluido la maglia rosa Arroyo, que por lo visto hizo un descenso de Mortirolo espectacular. La mayoría resoplaban con fuerza y alguno buscaba un pequeño empujón para salvar aquellas terroríficas rampas. Fueron minutos en los que pudimos ver el gran esfuerzo de los corredores, y donde se demostró una vez más, que el ciclismo es duro, diría yo que muy duro. Aunque bien es cierto que la dureza va ligada a la velocidad. Y los pros suben a un ritmo endiablado, para ellos si que son durísimos estos puertos.


Después de ver pasar a los ciclistas, nos dispusimos a subir los 4kms hasta la cima, para ir en busca del coche. Unos kms en los que sentimos en las piernas los desniveles que se gasta este “puertecito”. Bajada peligrosa hasta el coche, y a buscar el hotel donde nos quedaríamos las siguientes 3 noches. Decidimos que el lunes volveríamos a Mortirolo, pero esta vez para subirlo entero y si podíamos sin tocar pie a tierra. Pasta, pizza y cerveza fue la cena más habitual de estos días. El deposito de hidratos quedó bien llenito estos días.


El sábado nos levantamos con un día gris, y poco alentador. El hotel estaba en medio de la ascensión del Gavia, cosa que nos facilitó mucho la jornada. Bajamos a Bormio a ver la salida del Giro, allí vimos a la mayoría de ciclistas con sus flamantes bicis y todo el ambientazo que se forman en las salidas. A diferencia del Tour, el Giro da la sensación de ser más accesible, y de poder ver mejor las cosas, tanto a pie de puerto como en las salidas. Hay menos gente y eso se nota. Una vez salieron los ciclistas, nosotros nos dispusimos a subir el Gavia desde Bormio.


El Gavia desde Bormio es una subida larga, y en la que puedes contemplar unas panorámicas espectaculares. Lo pasamos en grande los 2 hermanos subiendo gran parte del puerto en paralelo, con nuestras gorras de Liquigas y disfrutando mucho, mucho. A pesar de la caída del día anterior, Bichu subió muy fino y me demostró una vez más que tiene mucha fuerza en las piernas, y que aguanta el dolor como ninguno, ya que la rascada era bastante importante .


En la parte final del puerto, empezamos a encontrar paredes de nieve a cada lado de la carretera, y a pesar de estar por encima de los 2600 metros, la temperatura a media mañana era bastante buena, aunque lógicamente fresca. Una vez en la cima, foto de rigor, nos pusimos ropa y bajada hacía la otra vertiente: la de Ponte di Legno.


Una bajada fría, y peligrosa por la lluvia que caía a ratos. Realmente estos puertos tan largos y revirados, se pueden llegar a hacer más duros bajando que subiendo. Sobretodo si hay que bajar con frío y lluvia.En Ponte di Legno vimos pasar nuevamente a los corredores, y aprovechamos para cambiar la cubierta de mi hermano, la cual estaba destrozada.


Sobre las 6 de la tarde, Iniciamos la subida al Gavia desde Ponte. Esta vertiente es más corta, pero con mayor desnivel. En medio del puerto hay una galería con un túnel, el cual lo pasamos a oscuras y con un frío del carajo, parecía que nos habíamos metido dentro de un congelador.


A un par de kms de la cima, paramos a calentar un poco el cuerpo en un refugio que había, y ya de paso abrigarnos para la bajada con toda la ropa que llevábamos. Nos sentimos muy contentos cuando volvimos a coronar el Gavia. Un puerto colosal por su distancia, por su entorno y sobretodo por su altura. 2652 metrazos sobre el nivel del mar.


Un puerto en el que se han vivido jornadas épicas de ciclismo y que os recomiendo que si un día tenéis la posibilidad de subirlo, lo subáis, no os defraudará. Con los últimos rayos de sol llegamos al hotel, aunque antes paramos a sacar unas fotos en uno de los muchos tornantes (curvas de herradura) que engalanan este majestuoso puerto.


El domingo teníamos 2 opciones, o bajar a Verona a ver la contrarreloj final del Giro o ir a subir el Stelvio. Finalmente decidimos a pesar de la lluvia acercarnos a ver que nos deparaba el majestuoso Stelvio. La lluvia y la gran rascada que llevaba mi hermano hizo que ese día se pillase el coche, y me dejase a mi la faena de inspeccionar este puerto a bordo de la bici.

12 kms de bajada bajo la lluvia me condujeron una vez más a Bormio (centro neurálgico de la zona ) y donde se da inicio el Stelvio. Ya en Bormio, y bastante empapado inicié la subida. Una subida que se me atraganto un poco en su parte inicial, pero que poco a poco fui cogiendo el golpe de pedal. Los ánimos desde el coche del brother se agradecían. En la parte inicial los túneles se suceden uno tras otro, hasta que llegas a un sitio donde la carretera se ve perfectamente como se va encaramando entre las montañas. La imagen es brutal !! El frío iba aumentando, a medida que iba ascendiendo. A mitad de puerto, decidí entrar unos minutos al coche, y calentar un poco las manos que estaban como 2 frigo dedos. Tras un chute de gel, y ya sin parón pedalee hasta esos 2758 m, de la cima.

Noté en los últimos kms que el pedalear a estas alturas, exige concentración y sobretodo un pedaleo regular y continuo. La falta de oxigeno se nota, y los esfuerzos se pagan cada vez más. En estos últimos kms cayó agua nieve, pero ya nada me iba a parar.En la cima alegría, frío y pinchazo. Pillé una alcantarilla, y la cámara reventó.

Entramos en una tienda donde nos compramos unos maillots donde salen los nombres de los 3 colosos de la zona : Mortirolo ,Gavia y Stelvio. Un bonito maillot para recordar estos días mágicos que hemos pasado por Dolomitas.


La mala noticia fue que la subida desde Prato estaba cerrada al tráfico, y que no podíamos subir esta vez por los famosísimos 48 tornantes de la otra vertiente. Estuvimos un buen rato contemplando el bonito paisaje que hay desde la cima, y un poco resignados por no poder hacer el otro lado del Stelvio. Sintiéndolo muchísimo, pero habrá que volver… A la tarde cayó una buena siesta, y contemplar la lluvia desde la ventana del hotel.


El lunes fue el último día de mi hermano por tierras italianas, y como habíamos pactado íbamos a volver al Mortirolo a subirlo entero e intentar hacerlo sin tocar pie a suelo. Salió el sol, y tras unos días de lluvía y frío fue bienvenido. Nos acercamos con el coche hasta Mazzo Di Valtellina donde da inicio las primeras rampas del Morti. Un puerto que no te deja respiro con sus 12,4 kms a más del 10 por ciento de media. Rampa tras rampa , te vas adentrando en un bosque tupido, por una carretera estrechísima y que siempre mira hacía arriba. Me lo imaginaba aún más duro, pero comprobamos que aun ritmo normal y con un desarrollo adecuado (34x27) es posible derrotar al general Mortirolo sin tocar pie al suelo.


Con la satisfacción de haber pasado unos mágicos días junto al brother, y sabiendo que tarde o temprano volveremos por aquella zona, nos fuimos hacía Milán donde él se volvió a Bcn. Yo recogí a Txell en el mismo aeropuerto, y estuvimos unos días más por la bella Italia. Recorrimos el lago di Garda y el de Cómo, y nos volvimos a Bcn los 2 juntos tras pasar por Venecia. En estos últimos días por Italia únicamente salí un día con la bici. El resto fueron días de relax, mucho sol y tranquilidad. Venecia puso broche final a una semana llena de buenos momentos, de buena compañía y de ratos que recordaremos durante años.

6 comentarios:

Ruben dijo...

Buena crónica! Mucho tiempo sin saber de ti! Hacemos un equipo con tu hermano, tu, yo y otro para las 24h de ciclismo? es el primer finde de septiembre

Isma dijo...

Qué bueno Sergi!!! Después de esos puertos, la bici de Niza va a ser un paseillo para ti.
Ahora alguna tiradilla larga a pie esta semana y a empezar a descansar.

Qué envidia de viaje!!!

Luis Recuenco dijo...

Gracias por contarnos esas vacaciones llenas de anecdotas.

Marcel un tio cojonudo y sencillo.. La chispa tambien se la da la pizza de atun del dia antes.

Me falta en esta cronica una foto de esa prenda que comprastes.

Cuando quieras te paso la maleta. Aprovecharemos, me gustaria conocer tu opinión de Como, es un lugar que tengo que ir.

PD: Los italianos siempre elegantes, da igual si estan en una jaima o en un box de formula 1.

Saludos

Xavi GP dijo...

que guapo el viajecito Sergi. como siempre dando envidia al personal.

nos vemos pronto fiera. Niza nos espera.

a mi me molaria el 24h, pero yo no doy la talla para el equipo que propone Ruben, buscaré algo más "humano".

Sergi dijo...

ruben la verdad es que mucho tiempo msing es cierto, pero sio por aqui. Lo de las 24h hablamos, por certo este finde salgo en bici, el sabado y domingo cn Giusseppe, hay que hacer horas extras que andamos flojitos....

Isma no te creas, que estoy unpoco acojonado por lo que se avecina.

Luis ya sabes que viendo mundo estamos fabula. Que gozada de puertos,tienes q ir....
Curras por las tardes ?? es para ir a buscar la bolsa...

xapas hay que aprovechar,que la vida son 2dias y uno esta nublado.
Y no te quejes tano que tu eres nuestro maratoniano por excelecia.

SLds a todos

Edu Luque - edumac75@gmail.com dijo...

Vaya cracks!!!!! no paras macho!!!!!!

Un abrazo!